Cuántas mujeres pueden decir que han recibido como regalo un pueblo? Probablemente pocas, y una de ellas es la reina Isabel que recibió como presente Óbidos de su esposo, el Rey Dionisio I.
Quizás se deba al toque femenino de Isabel, pero es cierto que Óbidos se ha convertido en uno de los pueblos más bellos de Portugal: el romántico casco antiguo, encaramado a lo alto de una colina dominada por un castillo medieval, es un laberinto de calles empedradas y casitas blancas, con balcones adornados con flores, puertas de colores y decoraciones manuelinas.
Pasear por las murallas del castillo o por las calles del pueblo es siempre una experiencia fascinante, pero si queréis añadir un toque de romanticismo, hacedlo durante el atardecer, cuando el pueblo se vacía y el cielo se colorea con sugestivos tonos rosados.
La principal atracción turística de Óbidos son las murallas del pueblo: erróneamente consideradas las murallas del castillo, se remontan a la época del dominio de los Moros mientras que el castillo fue construido en el siglo XIII por orden del rey Dionisio I.
Originalmente, el castillo era un edificio austero, más una fortaleza que un palacio, con numerosas torres, almenas y grandes puertas; asumió la apariencia de un palacio en el siglo XVI, con la adición de elementos manuelinos, y hoy en día es uno de los hoteles más lujosos de Portugal.
Caminar a lo largo de las murallas es un paseo fascinante, durante el cual podréis disfrutar de una vista impresionante de la ciudad y de los campos circundantes.
Hay un par de iglesias interesantes para visitar en Óbidos, entre ellas:
El museo municipal de Óbidos se encuentra en un edificio del siglo XVIII no muy lejos de la Igreja de Santa María: exhibe una colección de pinturas de diversas épocas, entre las que se encuentran el retrato más importante de Josefa de Óbidos titulado “Faustino das Neves”, caracterizado por un dramático contraste de luces y sombras.
En Óbidos se celebra un prestigioso evento gastronómico, el Festival del Chocolate, que se celebra desde hace más de 15 años; el chocolate es también el curioso (y goloso!) material utilizado para realizar las tacitas en las que se sirve la ginjinha, el licor de guinda típico de Óbidos.
Óbidos es un destino ideal para visitar durante un viaje de Portugal, pero si os alojáis en Lisboa, echad un vistazo a las visitas guiadas que encontraréis a continuación: todas proponen una visita a este pueblo medieval.
En lugar de visitar Óbidos en un día, como la mayoría de los turistas, quedaos al menos una noche: por la noche el ambiente del pueblo es particularmente sugerente, con las murallas del castillo iluminadas y las callejuelas desiertas. Además, si conseguís despertaros temprano por la mañana, podréis visitar el pueblo antes de la llegada de los turistas diarios.
Teniendo en cuenta las pequeños dimensiones del pueblo, hay una buena oferta de hoteles y hostales en Óbidos, pero pocos con precios económicos: si estáis planeando unas vacaciones low cost, es recomendable reservar con mucha antelación.
Si en cambio estáis dispuestos a gastar un poco más, no tendréis problemas en encontrar un hotel con una buena relación calidad-precio.
El hotel más exclusivo de Óbidos es el Pousada Castelo de Obidos que, como su nombre indica, se encuentra en el interior del castillo del pueblo.
Experimentad la gran emoción de dormir en un castillo medieval, sumergidos en un ambiente de otro tiempo y mimados por el impecable personal, listo para cumplir todos vuestros deseos, como si fuerais príncipes y princesas!
La mejor manera de llegar a Óbidos es un coche de alquiler: el aeropuerto de Lisboa está a sólo una hora de coche de Óbidos.
Llegar con el transporte público es un poco más complicado. La estación de tren se encuentra fuera del centro y se tarda unos 15 minutos a pie en subir al pueblo; si no queréis caminar, tendréis que coger un taxi.
¿Qué tiempo hace en Óbidos? A continuación se muestran las temperaturas y el pronóstico del tiempo en Óbidos para los próximos días.