Como la famosa estatua brasileña en la que está inspirado, el Cristo Rei de Lisboa es una imponente imagen de Cristo que abre sus brazos a la ciudad y es visible desde cualquier parte de la capital. Se encuentra en una fantástica posición panorámica y es la base perfecta para sacar fotografías de la ciudad desde las alturas.
Sin duda tiene un significado religioso muy importante para todos los visitantes católicos, pero no dejará de emocionar también a los que no son creyentes por su majestuosidad y por la vista única de la ciudad que se puede admirar desde la parte superior de la majestuosa estatua. No os olvidéis de la chaqueta cortavientos si decidís subir a la cima del monumento!
El Santuario Nacional de Cristo Rey es más que un monumento: es un complejo de edificios en el interior del cual, el visitante es invitado a realizar su propia peregrinación.
Una vez que se entra en la zona del santuario, el visitante debe detenerse en las 14 estaciones del viacrucis antes de poder llegar a los pies de la estatua de Cristo Rey: se le invita a guardar silencio durante todo el recorrido. La zona contigua al ascensor tiene una forma circular para transmitir la idea de un movimiento hacia Dios, mientras que la subida en ascensor quiere simbolizar la vocación celestial.
La vista de la que se puede disfrutar desde la parte superior del monumento es impresionante y normalmente cubre un radio de 20 km. En un día despejado podréis admirar no sólo el emblemático Puente 25 de abril y los barrios históricos de Lisboa, sino también los alrededores de la capital, hasta la bahía de Seixal y los montes de la Serra da Arrábida y, si tenéis suerte, hasta Sintra.
Al final de vuestra visita podéis quedaros en la zona de Cacilhas y cenar en uno de los típicos restaurantes de pescado.
El Santuário Nacional de Cristo Rei está situado en el municipio de Almada, en la orilla opuesta del río con respecto a los barrios más centrales como la Baixa, Barrio Alto, Chiado y Alfama.
Se puede llegar fácilmente en coche cruzando el puente del 25 de abril. Si no habéis alquilado un coche, coged un ferry a Cacilhas desde Cais do Sodré y desde allí un autobús os llevará al santuario en unos 10 minutos.
Fue el cardenal patriarca de Lisboa Don Manuel Gonçalves Cerejeira quien quiso construir un monumento con la imagen de Cristo siguiendo los pasos del Cristo Redentor de Río de Janeiro tras una visita a Brasil en los años treinta. Los obispos portugueses concedieron la aprobación para la construcción del monumento religioso en 1937, pero fue con el inicio de la Segunda Guerra Mundial cuando esta construcción tuvo un significado más profundo para sus promotores.
La campaña de recaudación de fondos para la construcción de la estatua inició con la conclusión de la guerra en 1946, que fue tomada muy a pecho sobre todo por el corazón de las mujeres portuguesas, que estaban agradecidas al Señor por haberse salvado del horror de una guerra mundial (Portugal, entonces bajo la dictadura de Salazar, no participó en la guerra).
También se pidió a los niños que participaran en la recogida de fondos, con una campaña específica denominada Pedras Pequeninas (pequeñas piedras) que generó el equivalente a 7500 euros.
El monumento fue inaugurado oficialmente el 17 de mayo de 1959. La estatua de Cristo tiene 28 metros de altura y descansa sobre una base de más de 80 metros.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.