En los últimos años, la apertura de locales de vanguardia y el trabajo de renombrados chefs han cambiado la imagen de Lisboa de ciudad con pequeñas tabernas tradicionales a capital gourmet imprescindible, famosísima entre periodistas y food bloggers.
Afortunadamente, las tascas de gestión familiar, una verdadera institución lisboeta, no han desaparecido, así como las pastelerías históricas y los elegantes cafés de la Baixa. Los nuevos locales han ampliado simplemente la oferta culinaria para los turistas que la visitan, que hoy en día pueden elegir entre diversos menús que satisfacen todos los gustos y bolsillos.
Aunque los precios de los restaurantes han subido en los últimos años debido al aumento del turismo, Lisboa sigue siendo una de las capitales de Europa más baratas para un turista y no es imposible gastar menos de diez euros por una comida de buena calidad. Una alternativa informal y económica a restaurantes y tascas son los mercados, animados y llenos de gente.
En toda Lisboa encontraréis lugares para comer y cenar, pero aquí están de todas formas los barrios que os sugerimos y las tipologías de restaurantes presentes.
Para los quieran una cena típica, recomendamos dirigirse a Alfama, el barrio más tradicional de Lisboa. Elegid una de las numerosas tascas, restaurantes y tabernas de gestión familiar que ofrecen una deliciosa cocina a base de platos caseros. No esperéis un menú muy extenso, a menudo estos restaurantes ofrecen sólo un par de platos del día: bacalhau y excelentes platos de pescado son los protagonistas, pero también podéis encontrar carne a la parrilla, aperitivos y ensaladas.
Las tascas son generalmente locales minúsculos sin demasiados lujos, pero deliciosos por su genuina atmósfera de otro tiempo; además la relación calidad-precio de estos locales es muy buena.
Otra buena razón para cenar en una tasca es que estos son los mejores lugares para escuchar música de fado: los conciertos en el interior de los restaurantes son generalmente gratuitos.
No os resultará difícil encontrar un restaurante o una cafetería en la Baixa. Se trata de una zona muy frecuentada por los turistas a todas horas, mientras que los lisboetas la prefieren de día para tomar un café o una comida ligera.
Muchos restaurantes de la Baixa proponen menús fijos con precios interesantes: no podemos decir que sean los mejores restaurantes de Lisboa, pero son una buena solución para mantener el presupuesto de las vacaciones bajo control; además es agradable almorzar o cenar al aire libre observando a la gente que pasa.
Si queréis algo menos turístico, dejad las calles principales y buscad entre los callejones menos conocidos. Aquí también se pueden encontrar verdaderas joyas, restaurantes con un ambiente más tradicional.
El barrio de Bairro Alto es famoso por la vida nocturna y los bares, pero aquí no se viene sólo a tomar copas antes de ir a la discoteca: cenar en el Bairro Alto es una buena idea si las pequeñas tabernas tradicionales no son lo vuestro.
Los locales de moda del Bairro Alto, animados y de tendencia, ofrecen menús internacionales, cocina creativa portuguesa y platos vegetarianos, tienen una decoración sofisticada y generalmente son muy concurridos.
Si queréis algo romántico y tradicional quizás es mejor buscar otro lugar, pero el Bairro Alto podría ser una buena opción para parejas homosexuales que pueden encontrar aquí restaurantes gay-friendly.
Alfama, Baixa y Bairro Alto son los tres barrios recomendados para comer, pero también podéis encontrar restaurantes interesantes en otras zonas de Lisboa.
El mercado de Ribeira es el lugar ideal para los que quieren vivir como un lisboeta, probar las delicias locales y mezclarse con la gente del lugar que viene aquí para comer algo en compañía de los amigos sin gastar una locura.
Desde 1882 se celebra en el interior de un hermoso edificio con una cúpula árabe en la Avenida 24 de Juhlio, cerca de la estación de Cais do Sodre, un mercado de pescado, carne, frutas y verduras. Al mercado histórico se añadió en 2014, un moderno food court, con más de treinta tiendas y restaurantes que venden especialidades regionales con un total de 750 asientos.
Es un verdadero paraíso gourmet donde se pueden encontrar todo tipo de bocados exquisitos: probad diferentes tipos de bacalhau, haced la prueba del fuego con los piri piri picantes, calmad el apetito con los petiscos, es decir, las tapas portuguesas. La peculiaridad de este food hall es que se puede comprar comida en cualquiera de las tiendas o restaurantes y luego sentarse en las mesas centrales: nada de discusiones con los amigos o parejas sobre dónde y qué comer, cada uno es libre de elegir y luego te encuentras en la misma mesa para comer todos juntos!
Lisboa cuenta con un panorama gastronómico de gran calidad: tanto si escogéis los sabores de la tierra o del mar, en ambos casos os sorprenderá la exquisita calidad de la cocina portuguesa.
Gran lugar para experimentar la buena cocina portuguesa en un ambiente familiar, acogedor e informal. Entre las especialidades del restaurante os recordamos el bacalao con oporto y coñac.
En un antiguo edificio histórico es el lugar ideal para probar las mil recetas a base de bacalao!
Restaurante típico para apreciar la auténtica cocina local con una gran variedad de platos típicos: bacalao, arroz con marisco, cerdo, carne de cerdo, todo ello acompañado con los mejores vinos de denominación de origen portugués.
No podéis iros de Lisboa sin haber escuchar el fado. Este es uno de los restaurantes más famosos dedicados al fado, donde debutó la famosa cantante Amália Rodrigues. Ambiente tradicional, excelente cocina portuguesa y música melancólica.
Esta antiquísima cervecería en el corazón de Chiado, construida en el interior de un ex convento de 1834, es una auténtica obra maestra no sólo de cocina sino también de belleza: totalmente cubierta con magníficas decoraciones de azulejos ofrece especialidades a base de cerveza, como el bife picado à trindade (filete a la cerveza).
Nacido en 1782 con el nombre de Casa das Neves, hoy en día es uno de los restaurantes más antiguos de Lisboa, donde venía a comer el famoso escritor Fernando Pessoa, intercambiando platos por textos originales.
En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de los principales lugares de interés de este artículo.
Hay muchísimos platos de la tradición gastronómica portuguesa, sencillos pero muy sabrosos, para degustar en las pequeñas tabernas de la capital portuguesa, las tascas: el bacalhau, bacalao seco y salado, sardinhas assadas, las sardinas a la parrilla, caldo verde, una sopa de berza y patatas.
También son muy populares los caracoles, las judías verdes fritas y los pudines de Pastéis de Belém.
Portugal también es famoso por sus vinos y aunque estéis de vacaciones en Lisboa, no os olvides de tomar una buena copa de Oporto!
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.