Si os gusta la historia medieval, los castillos, las murallas almenadas y los pueblos encaramados a colinas, elegid Portugal como destino para vuestras vacaciones.
En los alrededores de Lisboa hay zonas, que a menudo son ignoradas por el turismo de masas, con castillos y testimonios del pasado, inmersos en paisajes de extraordinaria belleza.
El itinerario entre pueblos y castillos de Portugal que os proponemos es un viaje de ensueño que incluye localidades famosas y otras menos conocidas: durante los diez días de viaje os parecerá volver atrás en el tiempo y ser los protagonistas de un cuento de hadas: reyes y reinas, o damas y caballeros, listos para defender el honor y la patria.
Fantasear forma parte del juego… si estáis preparados para sumergiros en un pasado fascinante, reservad vuestro vuelo hoy mismo.
Aquí está el mapa del itinerario entre pueblos y castillos de Portugal: os proponemos hacerlo en coche, tal vez alquilándolo en el aeropuerto de Lisboa a vuestra llegada.
Recorrido: 1100 km | Duración: 10 días | Periodo aconsejado: de mayo a septiembre
Nuestro itinerario no puede comenzar de otro sitio que no sea Lisboa, la encantadora capital de Portugal, llena de historia. La mejor manera de comenzar vuestras vacaciones es tomar un café sentados al aire libre en un café de la Baixa, quizás en una de sus elegantes plazas, Plaza Rossio o Plaza del Comercio: tomáoslo con calma y saboread el placer de encontraros en una de las ciudades más bellas de Europa.
La primera atracción que os recomendamos es la excursión más original de la ciudad: subid al histórico tranvía 28 que sinuoso como una serpiente, se mueve por las estrechas callejuelas de Lisboa, atravesando los fascinantes barrios centrales de la capital portuguesa. Los chirriantes vagones blancos y amarillos del tranvía con paneles de madera y acabados cromados que suben y bajan por la ciudad, son una de las imágenes más famosas de Lisboa.
Después la comida, es hora de visitar el barrio más tradicional de Lisboa, Alfama: encajado entre una colina y el río, es la zona más auténtica de la ciudad, donde el tiempo parece haberse detenido.
Comenzad vuestra visita a Alfama desde el Castelo de São Jorge, originalmente una fortaleza defensiva que después fue usada como palacio real. Sus avenidas arboladas son ideales para dar un romántico paseo, mientras que el mirador del castillo es el mejor punto panorámico de la ciudad: frente a vuestros ojos veréis la alfombra de tejados de Alfama con el río Tajo al fondo, protagonista indiscutible de la historia de Lisboa.
Una vez terminada la visita al castillo, quedaros en Alfama y dad vueltas por el barrio a lo largo y a lo ancho sin rumbo fijo: lo mejor que se puede hacer aquí es perderse, porque cada rincón contiene sorpresas y emociones. El único consejo que os damos es el de admirar la puesta de sol desde el Miradouro de Santa Luzia, que se encuentra junto a la iglesia del mismo nombre.
Quedaos en la zona también para cenar: aquí encontraréis deliciosos restaurantes típicos, además, Alfama es el mejor barrio para asistir a un espectáculo de fado, la apasionada música tradicional portuguesa.
El segundo día, profundizad en los barrios centrales de Lisboa que habéis cruzado rápidamente el día anterior, es decir, la Baixa, Chiado y Bairro Alto. Una atracción que no os podéis perder es el Convento do Carmo, una iglesia gótica que a causa del terremoto de 1755, quedó fuertemente dañada: hoy en día sólo quedan las paredes exteriores, mientras que el techo de la iglesia ha sido reemplazado por el cielo.
Dedicad toda la tarde al barrio de Belém, ubicado a lo largo de la orilla del río a pocos kilómetros del centro. La icónica Torre de Belém, una imponente torre defensiva construida en el río, pero igualmente impresionante es el Monumento a los Descubrimientos, una enorme carabela de piedra construida para celebrar las grandes hazañas marítimas de Portugal.
La tercera atracción imperdible de Belém es el magnífico Mosteiro dos Jerónimos, de piedra color miel que crea un extraordinario contraste con el cielo azul y lleno de decoraciones manuelinas. Aquí está enterrado el explorador Vasco de Gama.
Antes de regresar al centro, haced una para en la Antiga Confeitaria de Belém, la pastelería más famosa de Lisboa, para probar los deliciosos pasteles de nata.
Por la noche, podéis elegir entre quedaros en la Baixa o sumergiros en la vida nocturna en el Bairro Alto, pero antes de que la noche se vuelva demasiado agitada visitad el Elevador de Santa Justa, una joya arquitectónica desde donde podréis admirar la ciudad y el castillo iluminados: un espectáculo extraordinario.
Consejo sobre el itinerario de Lisboa
¿Queréis estudiar un itinerario alternativo de 2 ó 3 días en Lisboa? Consultad el de la página Itinerario de una semana en Lisboa y sus alrededores.
Además, para profundizar y planificar vuestra visita a Lisboa, seguid las ideas que encontraréis a continuación.
Ha llegado la hora de coger el coche y salir de Lisboa para descubrir las maravillas del Alentejo, una zona del interior portugués generalmente ignorada por el turismo de masas.
Los pueblos del interior normalmente son muy pequeños así que en un día se pueden visitar un par o más. La primera parada de un itinerario para descubrir el Portugal de otros tiempos no puede ser otra que Évora, la ciudad medieval mejor conservada de todo el país.
Situada en lo alto de una colina que se alza sobre la llanura del Alentejo, Évora es una encantadora ciudad encerrada en el interior de murallas del siglo XIV todavía perfectamente conservadas; en el casco antiguo abundan los testimonios de su largo pasado, incluyendo una catedral medieval, claustros y restos de un templo romano.
Évora también es la sede de una prestigiosa universidad, así como la capital gastronómica de la región: degustad los platos típicos del Alentejo en uno de sus restaurantes típicos.
También Estremoz, la siguiente parada de nuestro itinerario, puede presumir de tener un castillo medieval, pero lo que la ha hecho famosa es el preciado mármol que se extrae en los alrededores, de una calidad comparable al mármol de Carrara. Utilizado para construir edificios e incluso los adoquines de las calles, el mármol del Alentejo ha hecho de Estremoz un tesoro que no hay que perderse.
Continuad hacia otra ciudad que brilla con el mármol, la elegante Vila Viçosa, que una vez fue la residencia de la dinastía de los Bragança. Descubrid los secretos de reyes y reinas visitando el suntuoso Paço Ducal.
Alojamientos en ÉvoraCoged el coche en dirección de Elvas, una ciudad que esta cerquísima de la frontera con España. En el interior de una impresionante red defensiva, que incluye muros macizos, torres y fosos, os encontraréis con una ciudad bien conservada con una bonita plaza, un par de museos interesantes y calles estrechas que recuerdan a una medina árabe. Probablemente tendréis esta joya sólo para vosotros porque son pocos los turistas que llegan hasta aquí.
Subid hacia el norte para llegar a Campo Maior, una risueña ciudad cuyo nombre recuerda sus orígenes romanos. Según la leyenda, en cambio, fue fundada por tres familias que decidieron unirse para crear un pueblo y ayudarse mutuamente.
La última etapa del día es Sortelha, famosa por su castillo fortificado que se remonta al siglo XII, encaramado a la cima de una colina irregular.
Alojamientos en SortelhaEl quinto día de nuestro itinerario incluye cuatro etapas, pero como son pueblos pequeños no hace falta que corráis para verlos a todos.
Salid a vuestro ritmo en dirección a Belmonte, la ciudad natal de Pedro Álvares Cabral, el navegante a quien fue reconocido el descubrimiento de Brasil; aquí podréis admirar un impresionante castillo de piedra de granito y testimonios de la comunidad judía en el Bairro dos Marrocos, fuera de las murallas del castillo.
A lo largo de la carretera hacia Guarda, próxima etapa del itinerario, fijaos a la izquierda en la Torre de Centum Cellas, una curiosa construcción cuyos orígenes aún no se han establecido.
Situada en una de las laderas de la Serra do Estrelha, Guarda, la ciudad más alta de Portugal, aún conserva el encanto de un bastión fronterizo y merece sin duda la pena una visita. Según una descripción popular, Guarda es “fuerte, rica, fiel y hermosa”: haced una parada para decidir si es verdad.
Uno de los castillos mejor conservados de Portugal es el de Sabugal, un bonito pueblo a lo largo de la ribera del río Coa: paraos para hacer una visita al castillo y admirar desde la cima de una torre una impresionante vista panorámica.
Otro castillo que vale la pena visitar es el de Linhares da Beira, pero si ya habéis visto suficientes castillos por hoy, limitaos a visitar el bonito casco antiguo, donde se mezclan estilos arquitectónicos de diferentes épocas.
Alojamientos en Guarda Alojamientos en Sabugal
Tiempo atrás parada de los peregrinos portugueses que se dirigían a Santiago de Compostela, y tal vez también de San Francisco de Asís, Castelo Rodrigo merece una visita por sus encantadoras casas de piedra y el sugerente paisaje que lo rodea; una atracción curiosamente famosa es el Pelourinho, una picota de estilo manuelino.
La siguiente etapa de nuestro itinerario es Trancoso, ciudad famosa por haber traído mala suerte a los reyes portugueses: fue un adivino local quien predijo el final de la monarquía, que sucedió poco después con la muerte de Dom Sebastião en la batalla.
Escenario de otros episodios, más felices, de la historia portuguesa, como el matrimonio de D.Dinis con Isabel de Aragón, la ciudad fortificada de Trancoso conserva intacta su atmósfera medieval.
Pasad la noche en Viseu, una encantadora ciudad en la región de Beira famosa por los excelentes vinos tintos del Dão.
Alojamientos en ViseuEl séptimo día salid temprano porque os esperan dos ciudades llenas de atracciones.
La primera que encontraréis es Aveiro, una elegante ciudad entre el mar y la ría (laguna), atravesada por canales. Tomaos un relajante descanso con un crucero por el río a bordo de un moliceiro, el tradicional barco de Aveiro que tiempo atrás se utilizaba para recoger algas.
Cuando bajéis de la barca, echad un vistazo al centro de la ciudad, lleno de elegantes palacios art nouveau, estilo arquitectónico en el que podréis profundizar vuestro conocimiento visitando el Museu de Arte Nova.
La segunda ciudad es la magnífica Coímbra, famosa en toda Europa por su antiquísima universidad. La sede histórica de la universidad, en la parte alta de la ciudad, es una atracción que no hay que perderse: sus elegantes y austeros edificios, reunidos alrededor del Páteo das Escolas, están dominados por una imponente torre cuya campana mide el ritmo de la vida académica.
Merece la pena pagar la entrada para visitar la Biblioteca Joanina, que conserva más de 300.000 volúmenes del siglo XVI al siglo XVIII, ordenados en elegantes estantes.
Continuad el día explorando las otras atracciones de Coímbra, como el monasterio Mosteiro de Santa Clara a Velha, y por la noche disfrutad del animado ambiente de esta ciudad universitaria.
Alojamientos en CoímbraDejad las ciudades y retroceded en el tiempo visitando Óbidos, otra característica ciudad medieval rodeada de murallas. El castillo es hoy en día un hotel de lujo, pero todavía se puede caminar a lo largo de las poderosas murallas de la ciudad: desde aquí podréis disfrutar de una maravillosa vista del pueblo y del paisaje circundante.
No podía faltar en una ruta dedicada a los pueblos y castillos de la Edad Media, la ciudad de Tomar, antigua sede de la Orden de los Templarios. Su atracción principal es el Convento de Cristo, una joya de la arquitectura renacentista; desde allí podéis bajar a pie hasta el centro de la ciudad.
Alojamientos en TomarEl noveno día incluye sólo una parada: no sólo porque es maravillosa, sino también porque está tan llena de atracciones que hace falta un día entero para visitarla, y posiblemente incluso más.
La fabulosa Sintra es una verdadera perla, enclavada en el extraordinario entorno natural del parque natural de Sintra-Cascáis y adornada con elegantes palacios y excéntricas villas construidas a lo largo de los siglos por reyes e intelectuales que se enamoraron de la zona.
El más famoso de ellos es el emblemático Palacio da Pena, una imagen de postal que seguramente os resultará familiar: con un encanto decadente, con paredes en colores pastel amarillo y rosa, se alza sobre una vertiginosa colina desde la que se disfruta una impresionante vista del océano.
Otras atracciones de Sintra incluyen el Palacio Nacional, o Palacio da Vela, la Quinta do Regaleira, el Castelo dos Mouros y el Convento dos Capuchos.
Alojamientos en SintraEl último día no incluye un programa rígido ya que lo que se pueda ver depende un poco del horario de vuestro vuelo de vuelta.
Si el tiempo lo permite, haced un pequeño desvío a Cabo da Roca, el punto más occidental del continente europeo: el promontorio con vistas al océano, lejano de casas y construcciones, excluyendo un faro y una pequeña cafetería, es una vista realmente sugerente que os hará sentir fuera de la realidad.
Una vez llegados a Lisboa, si tenéis poco tiempo podéis hacer las últimas compras en la elegante Rua do Augusta o Rua Garrett; si tenéis todo el día disponible visitad el Parque de las Naciones: después de pasar tantos días visitando románticos pueblos medievales, visitar la zona moderna de la ciudad, construida para la Expo 98, será un poco como un viaje a través del tiempo.
¿Preferís seguir inmersos en el pasado hasta el final de vuestras vacaciones? Visitad el Lisboa Story Centre, un museo que cuenta la fascinante historia de la ciudad de Lisboa.